En el Perú ya se comercializa aceite de CBD por parte del Estado a través de la única farmacia de DIGEMID. Sin embargo, muchos de los usuarios no saben completamente lo que están comprando
La planta de cannabis posee un amplio panorama por explorar. Es compleja y viene cargada con una gran variedad de moléculas que producen distintos efectos en el cuerpo humano, a estos componentes los llamamos cannabinoides. En la actualidad se han identificado más de 100 de estos y la mayoría tienen propiedades medicinales. Dos de estos cannabinoides son ampliamente conocidos: el THC, que tiene efectos psicotrópicos y medicinales; y el CBD, que está más asociada a beneficios en la salud.
En los países donde la marihuana medicinal está legalizada, el mercado del cannabis brinda todo tipo de productos pero no cabe duda que el aceite derivado de esta planta es uno de los más conocidos y se pueden encontrar dos tipos de estos: aceite de cannabis y aceite de cáñamo, pero… ¿sabes realmente la diferencia entre ambos? Con el fin de responder esta pregunta, hemos preparado esta nota con toda la información que necesitas conocer.
El aceite de CBD
A diferencia del THC, el CBD no se une a los receptores CB1 del sistema nervioso central, sino que toma otro tipo de ruta por el cuerpo humano. Para lograr beneficiarse de este componente, este cannabinoide se extrae la planta de cannabis y se fabrican concentrados con él. Pero la mayoría de cepas de marihuana en el mercado no son ricas en CBD, por lo que la industria prefiere trabajar con cáñamo industrial, una variedad de cannabis con alto contenido de CBD y un nivel de THC de 0.5% en promedio. Es por eso que los productos de CBD derivados de cáñamo son legales en muchas partes del mundo.
De igual manera, el aceite de CBD contiene, normalmente, alrededor de 0.3 % y 0.5 % de THC. El resultado es un producto con efecto psicoactivo prácticamente nulo, por lo que los usuarios pueden consumirlo y realizar sus actividades con total seguridad y tranquilidad. Por su entorno en la legalidad, el aceite de CBD genera mucha más investigación científica y su panorama de utilidad se extiende cada vez más.
Diversos estudios científicos han demostrado que el CBD posee efectos antiinflamatorios, antioxidantes, neuroprotectores y anticonvulsivos. Existen médicos que recetan este tipo de aceite para la enfermedad de Crohn y otras dolencias intestinales. También hay atletas que, si las normas de la disciplina lo permiten, consumen este producto luego de largas jornadas de entrenamiento o competición. Asimismo, pacientes de ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo y trastorno de estrés postraumático manifiestan mejoras en su condición y calidad de vida al consumir aceite de CBD.
La mayoría de aceites de CBD de buena calidad son fórmulas full spectrum, o de espectro completo en español. Esto quiere decir que el producto contiene otros cannabinoides que también presentan propiedades terapéuticas, como los terpenos. Los cannabinoides actúan de forma sinérgica cuando están juntos, mejorando el resultado de su uso. A este mecanismo se le conoce como efecto séquito.
Entonces, ¿qué es el aceite de cannabis y qué lo diferencia del de CBD de cañamo?
La principal característica del aceite de cannabis es que está hecho a base de una variedad con un contenido de THC bastante elevado, por lo que sus efectos psicotrópicos recaen sobre de manera definitiva sobre la mente. Aunque en muchos casos los aceites de cannabis también contienen CBD, normalmente este no supera el 1 % de contenido.
Su alto contenido de THC, hace que el aceite de cannabis todavía sea ilegal en la mayoría de países del mundo. Para las autoridades internacionales, la presencia de THC pone a este tipo de aceite en la lista de sustancias ilícitas ante la justicia. La producción y posesión de ellos se castigan con duras penas carcelarias.
Sin embargo, el aceite de cannabis también es consumido por millones de pacientes en el globo. La ciencia ha comprobado que, si bien es psicotrópico, el THC posee tantas propiedades medicinales como el CBD. Este factor ha sido clave para que diversos países y ciudades legalicen el uso de aceite de cannabis despenalizando el THC. Su psicoactividad en el cerebro ofrece un tratamiento natural para la depresión, el insomnio y el estrés.
El multiverso del aceite
Ahora que conoces las diferencias entre el aceite de cáñamo y el de cannabis, es importante que sepas por qué debes saber las características de cada uno como parte de tu cultura cannábica.
El CBD comprende una amplia gama de productos, desde jabones hasta píldoras. Esto debido a su calidad legal, despenalizado en varios lugares del mundo. El costo de estos productos es mucho más bajo que el de los de cannabis, ya que para sembrar, cultivar y fabricar artículos de cáñamo es muy económico, más a un a un nivel industrial. Puede hacerse incluso al aire libre y los procesos de extracción son bastante básicos.
Todo lo contrario pasa con el THC, pues alterar la cantidad de contenido de esta molécula en una planta involucra un gran conocimiento de genética, por lo que esta industria requiere de científicos, ingenieros agrónomos y otros profesionales altamente capacitados. El cultivo de plantas ricas en THC es casi siempre en ambientes cerrados, por lo que el gasto e inversión en infraestructura y otros es más alto que el cáñamo. Además, su valor medicinal es mayor que el del CBD, y es por eso que se vuelve tan relevante su legalización en pro de una mejora en la salud mundial.
Lo que la prohibición impide
Si bien es el cáñamo una de las fuentes de CBD más conocidas, existe marihuana que también posee un alto índice de cannabidiol. Sin embargo, debido a que el cáñamo está despenalizado y la marihuana no, las propiedades de cepas con grandes dosis de CBD no se pueden explotar, perjudicando a miles de pacientes que esperan por soluciones que la medicina convencional no ha podido curar.
Dos de las cepas más famosas por su elevado nivel de CBD son Charlotte’s Web y AC DC, que poseen un aproximado de 15 % de este cannabinoide y pueden lograr producir hasta un 20 %, pero que no sobrepasan el 1 % de THC. Otras variedades interesantes son Ringo’s Gift, con 14 % de CBD; Cannatonic con 10% y Harlequin con 7 %.
Por último, habría que analizar esta prohibición y preguntarse si aplica para todos, o es que acaso hay compañías multimillonarias que sí cultivan cannabis alto en CBD para explotarlo comercialmente y comercializar productos de ese tipo.