Científicos de todo el mundo estudian este nuevo cannabinoide que, a pesar de ser muy parecido al THC, brinda un nuevo abanico de propiedades medicinales y terapéuticas por descubrir

Día a día, la ciencia en el campo del cannabis avanza a paso acelerado. Los médicos y científicos de todo el mundo han centrado su atención en el THCV, un nuevo cannabinoide que posee propiedades medicinales en el ser humano. Esta molécula es, como su nombre indica, muy parecida al THC (el componente psicoactivo de la planta de marihuana) pero proporciona un efecto más potente y de menor duración.

El THCV forma parte del conjunto de cientos de cannabinoides que posee el cannabis. Sus primeros estudios han concluido que la sensación que produce es más clara, animada y eufórica, lo que podría combatir los síntomas de la ansiedad. Asimismo, se piensa que puede ser una gran ayuda en el tratamiento contra enfermedades como la diabetes o el síndrome de Parkinson.

Este cannabinoide y el nivel que una planta posea del mismo apuntan a ser una particularidad bastante buscada tanto por cultivadores, pacientes y usuarios recreativos. Sin duda alguna, un nuevo tema de investigación que sigue ampliando el campo laboral para los profesionales que han decidido avocar sus conocimientos al estudio del cannabis.

THCV vs. THC

Se sabe ya que la tetrahidrocannabivarina o, como se conoce, THCV posee una estructura molecular bastante parecida al tetrahidrocannabinol, o THC. Mientras que este último presenta 5 átomos de carbono, el THCV tiene solo 3 átomos de carbono, y es esto lo que produce que el efecto sea más corto. Actualmente, se estudia como esta diferencia puede significar una aplicación de este cannabinoide en la medicina. Otra particular característica que está en investigación es que, por más que el cerebro tiene más actividad, la persona parece mantenerse lúcida cuando ingiere este cannabinoide, o al menos eso es lo que han arrojado los experimentos realizados.

En los ensayos clínicos ha sucedido un hecho bastante extraño. Los científicos se llevaron la gran sorpresa al concluir que el THCV restringe los efectos del THC, disminuyendo la ansiedad pero elevando la euforia. Los usuarios de cannabis tendrán que elegir entre elevar su psicoactividad con menos estrés por un corto tiempo con el THCV, o duplicarlo pero sentirse más estresado con el THC.

Otro punto clave en el que estos dos cannabinoides se diferencian es su efecto en el apetito. El THC es conocido por provocar los famosos munchies, una significativa sensación de apetito, o “bajada”, término ampliamente conocido en los países de habla hispana. Por otro lado, el THCV posee un efecto inhibidor del apetito, por lo que se convierte en un aliado para las personas que se encuentren en un proceso de pérdida de peso o que quieran evitar comer en exceso (y así no levantar sospechas) luego de consumir marihuana.

El nuevo fichaje del cannabis medicinal

Hoy en día, las propiedades medicinales del cannabis son ampliamente conocidas. El estudio de los cannabinoides nos ha permitido conocer a detalle cómo es que estas moléculas interactúan, mediante la activación del sistema endocannabinoide humano, beneficiando la salud en el cuerpo humano. Si bien el THC y el CBD son los cannabinoides más conocidos en la actualidad, se está incluyendo ya al THCV en diversas investigaciones y experimentos médicos, con el fin de incorporar esta molécula en el tratamiento de trastornos y enfermedades.

Recientemente, un estudio realizado en Gran Bretaña arrojó como resultado que el THCV posee propiedades antioxidantes y es capaz de activar solo el receptor CB2 del sistema endocannabinoide, al mismo tiempo que bloquea el receptor CB1. Por tales razones, la comunidad médica analiza la posibilidad de incluirlo en las terapias para contrarrestar los síntomas del párkinson. Además, se evalúa su aplicación para retrasar la neurodegeneración.

De igual manera, se ha empezado a experimentar su uso para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Si bien los estudios aún son pocos, se ha comprobado que ataca a los temblores, el descontrol motriz y las lesiones cerebrales que este mal causa en las personas que lo padecen. Asimismo, al estar el sistema endocannabinoide fuertemente ligado a la actividad celular ósea y a la regeneración de tejidos, se piensa que el THCV podría ser clave en el tratamiento de enfermedades de los huesos, pues favorecería el crecimiento de nuevas células óseas.

Por último, pero no menos importante, se cree que puede tener un impacto positivo en personas con diabetes, ya que el THCV también regula los niveles de azúcar en la sangre y mejora la resistencia a la insulina. Igualmente, este cannabinoide podría utilizarse también para tratar el trastorno postraumático por estrés, ya que reduce los ataques de pánico y ansiedad.

¿Qué variedad es rica en THCV?

Todas las plantas de cannabis poseen este cannabinoide. Sin embargo, hay variedades que tienen un nivel más elevado de THCV en su composición. No obstante, los productores se encuentran experimentando con la genética de la marihuana para crear variedades que contengan esta molécula en abundancia o potenciar las ya existentes.

La revista American Journal of Botany analizó 157 plantas de marihuana de todo el mundo y concluyeron que las originarias de Afganistán y el sur de África eran las que presentaban mayores niveles de THCV. Así, la Durban Poison y Jack The Ripper fueron las variedades que se posicionaron en los primeros puestos en contenido de THCV. Los científicos también comentaron que las plantas de predominancia Sativa son las más recomendables si se busca conseguir altos contenidos de este cannabinoide.

Conforme se vayan realizando más estudios sobre el THCV, se podrá comprobar su potencial como medicina.

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *