Acompañar el proceso de cultivo y asegurar el éxito de la cosecha es una tarea que requiere de conocimiento, pasión y mucha paciencia. Desde los más básicos hasta los “clasificados” solo para profesionales, exponemos ciertos datos que aumentarán el tamaño de la planta y potenciará su calidad

Topping

Consiste en quitar el brote de la corona principal de su punta de crecimiento. Con esto, la planta hará crecer nuevos brotes en su lugar. Con un solo corte, crecerán dos nuevos brotes; con dos cortes, cuatro brotes; y así sucesivamente. Es importante observar que la parte cercenada tiene que dejar expuesta una zona más clara y carnosa del tejido vegetal. Para asegurar el correcto uso de esta técnica, se sugiere hacer el corto lo más cerca posible, puedes ayudarte con un cutter o bisturí —nuevo, preferentemente— o una tijera pequeña.

Uno de los principales beneficios que otorga esta técnica es que, al dividir el tallo central en dos o más partes, la hormona de crecimiento de la planta se duplica, pues es este último el que la produce. Este procedimiento es además aconsejable para cultivadores que poseen un espacio limitado porque otorga un control de la altitud del cannabis. Asimismo, se pueden producir plantas de hasta ocho cabezas en un plazo de 4 a 5 semanas.

Fimming

Este proceso es parecido al Topping, pues el método indica podar pero de una forma menos precisa. En el Fimming, un 75% del arranque de la corona debe ser realizado con los dedos. En consecuencia, la planta dejará de lado su crecimiento superior para dar pase al brote de la parte inferior, debajo de donde se ha cortado, esto dejará como resultado una planta más gruesa. Con el paso del tiempo, nuestra engreída tendrá más tiempo para optimizar su proceso de crecimiento, además de otorgar una equivalencia en este mismo. Este tipo de corte es capaz de crear plantas realmente densas y reducir el número de brotes débiles.

Super Cropping

Esta práctica es una de las favoritas de los cultivadores profesionales. La técnica carga de un gran estrés a la planta, rompiendo con los dedos las paredes celulares internas de una rama. Una forma rápida de reconocer el éxito o no en este método es escuchar si se produce un chasquido cuando las paredes colapsan, o —en el peor de los casos— sentir un cambio en la presión dentro de la planta. Luego de esto, las hormonas de crecimiento son rápidamente enviadas a sanar la herida y brindarán frutos más fuertes y concisos.

Aplicando este proceso, se deben obtener flores de crecimiento redondo y en forma de nudillo, pues estas se forman sobre ramas dobladas. Esta técnica aporta también mayor resistencia del estrés por parte de la planta. Los cambios en estatura y rendimiento serán ampliamente notorios en tiempos de cosecha.

Tie and Bend

Este método basa su principio en formar un árbol corto y robusto, para lo cual se atan y doblan ciertas partes de la planta en determinados momentos del cultivo. Se debe lograr atar las ramas con cuerdas o cables de metal y reducir la altura del brote más alto de la corona. Debido a esto, el resto de puntas competirán por ser la principal. El beneficio de esta técnica es que el dosel será redondo y con pesadas ramas laterales. Adicionalmente, la planta crece de lado y algunos de esos pequeños sitios de no floración, por la poca luz que les llega, pasarán a convertirse en frondosas ramas.

SCROG

Estas letras significan “Screen of Green”. Este procedimiento consiste en utilizar una red para actuar como enrejado a través del cual crecerán los brotes superiores mientras la parte más baja de la planta queda lista para su limpieza, asegurando así el máximo rendimiento simétrico en el lugar de cultivo. Para aplicar este método, los brotes seleccionados deben alimentarse a través de esta pantalla durante su fase de crecimiento, por lo que el tiempo de floración será más extenso que en otras formas. El uso de una pantalla permite al cultivador encontrar una practicidad que no haya con ninguna otra técnica, además de lograr que plantas muy pequeñas logren grandes rendimientos en espacios apretados, pues la planta no encuentra otro camino que crecer verticalmente.

Pruning

Esta es una de las técnicas más clásicas de todos los cultivadores, pues solo basta con retirar las hojas y puntas de bajo crecimiento en el momento adecuado. Las plantas utilizan su energía para cualquier crecimiento que haya, por lo que es de vital importancia conocer el momento preciso para cortar y pelar las partes que son menos productivas. Se debe cortar todo, desde las ramas laterales hasta las hojas más grandes y saludables. Un estándar general, es eliminar cerca del 60 a 70 por ciento del brote, desde la base de la maceta hasta la punta.

Si se hace un buen trabajo, los resultados podrán apreciarse con mayor detalle en la etapa de floración. Las plantas mostrarán un tallo pelado bajo unos sano y radiantes cogollos. Al liberar de espacio la parte inferior del cannabis, la planta repartirá su energía de manera más eficiente.

Mainlining

Este es uno de los métodos más complicados a la hora de podar la planta y centra sus esfuerzos en obtener un crecimiento simétrico. El principio es cortar todo el brote superior y todo el crecimiento inferior, logrando un tallo completamente desnudo. Esto permitirá que los dos nuevos brotes que surgirán del corte crezcan hacia arriba, formando dos brotes primarios. Luego, estos se atan hacia abajo formando una figura de letra T.

Aunque pueda parecer contraproducente, si se siguen los pasos adecuadamente producirá una planta con un diseño simétricamente organizado y con brotes de igual tamaño. La cosecha final puede arrojar resultados impresionantes, pero se debe ser precavido con su uso, ya que esta técnica requiere de una vasta experiencia y paciencia.

Strip and Flip

Consiste en eliminar todo lo que se ubique debajo del nodo del brote más alto unos días antes de la floración, con lo que la planta enfocará todas sus energías en los nodos restantes. Parece ser una técnica arriesgada, pero con una buena práctica será un método de mucha ayuda, pues luego el brote superior florecerá de un gran tamaño. Las flores finales serán gruesas y densas, con tamaños de entre 3 a 5 pulgadas con biomasa sustancial. También mejora el flujo de aire, reduce los ataques de insectos y plagas y es una excelente oportunidad para tomar esquejes para futuros cultivos.

 

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