El THC es el componente psicoactivo de la planta de cannabis y fue el primer cannabinoide descubierto. Su uso, tanto médico como medicinal, ha revolucionado la historia entre la marihuana y el hombre

El nombre científico del THC es delta-9-tetrahidrocannabinol. Esta molécula encontrada en todas las plantas de cannabis tiene la capacidad de alterar la percepción de los sentidos y modificar el estado de ánimo. Existe también otro componente del cannabis con tetrahidrocannabinol: el delta-8-THC, sin embargo es menos potente que el delta-9-THC. Asimismo, otros cannabinoides como el CBD, CBG o el THCV comparten el efecto psicotrópico con el THC, es decir, actúan sobre el Sistema Nervioso Central, pero solo el THC es psicoactivo.

El THC fue el primer cannabinoide descubierto. En 1960, Raphael Mechoulam, un profesor de química de la Universidad Hebrea de Jerusalén, logró aislar esta molécula y sintetizarla. Así, junto a su equipo, fueron parte del primer grupo de investigadores del cannabis a nivel mundial.

Existe también otro componente del cannabis con tetrahidrocannabinol: el delta-8-THC, sin embargo es menos potente que el delta-9-THC. Asimismo, otros cannabinoides como el CBD, CBG o el THCV comparten el efecto psicotrópico con el THC, es decir, actúan sobre el Sistema Nervioso Central, pero solo el THC es 100 % psicoactivo.

Aunque no existe riesgo de sobredosis por cannabis, dosificar al cuerpo con una dosis alta de THC sin el cuidado necesario puede desencadenar la famosa “pálida”, que se manifiesta a través de una baja en la presión sanguínea, nauseas, vómitos, y hasta una pequeña descompensación.

El origen del THC

El THC forma parte de la resina que producen los tricomas de todas las plantas de cannabis buscando protegerse de los depredadores. A temperaturas bajas, esta resina tiene una consistencia más sólida y seca pero, con calor, se vuelve pegajosa y viscosa. La cantidad de THC que produzca una planta dependerá de la variedad, condiciones de cultivo, cosecha y secado. Se puede aumentar la cantidad de THC de una planta a través de la descarboxilación, proceso en el que el THCA (ácido tetrahidrocannabinólico) pasa a ser solo THC.

El THC se encuentra, sobre todo, en los órganos reproductivos de la planta. Por lo que, para hacer producir más de esta molécula al cannabis, los cultivadores separan a las plantas hembras de las machos, lo que ocasiona que las plantas hembras, al no encontrar ejemplares masculinos, produzcan cada vez niveles más elevados de THC buscando alguna oportunidad de reproducción. Actualmente, se pueden germinar semillas feminizadas (modificadas genéticamente) para lograr este resultado.

El THC no es soluble en agua, es por eso que no se debe pensar que un té de hojas de cannabis tendrá algún efecto psicoactivo. Si se desea consumir como extracto o comestible, habrá que disolverlos en lípidos o alcohol.

Si bien todas las plantas de marihuana producen THC, se considera cáñamo a las que presentan menos de 1 % de este cannabinoide. Existen variedades de cannabis en donde el nivel de THC puede superar los niveles comunes. Las variedades más conocidas son Bruce Banner, con 29 % de THC; Girl Scout Cookies, con 28 %; Gorilla Glue, con 27 %; Amnesia Haze, con 25%; Blue Dream, con 24 % y Chemdawg, con 20 %.

¿Cómo funciona el THC en el cuerpo humano?

Todo ser vertebrado, eso incluye al humano, posee un sistema endocannabinoide. Cuando el THC se conecta con este sistema, activa los receptores CB1 y CB2 de nuestro organismo. Solo en el cerebro, el THC interactúa con la corteza cerebral, hipotálamo, tronco encefálico, hipocampo, cerebelo y amígdala, lo que explica los diferentes efectos del cannabis en la memoria, el pensamiento, la concepción perceptual, la conciencia, el apetito, la presión arterial, el ritmo cardiaco, la sensación de dolor, el movimiento y el control muscular, la memoria, las emociones y el placer.

Según los distintos y muchos estudios realizados, el THC no tiene tantas propiedades medicinales como otros cannabinoides. No obstante, sí se ha probado su utilidad como analgésico, antiepiléptico, antiinflamatorias y antieméticas. En la actualidad se investiga su uso en el tratamiento de tumores, falta de apetito e insomnio. Gracias a experimentos arriesgados, hoy también sabemos que el THC es clave en el tratamiento de cáncer y VIH con cannabis medicinal. De igual manera, ayuda a aliviar los síntomas del párkinson y la esclerosis múltiple, además de ser un potente reductor de apetencia por cocaína, heroína y otras drogas “duras”.

De todas formas, te recomendamos siempre acudir a un especialista, o incluso dos: un médico tradicional y uno especializado en cannabis, a fin de que puedas obtener un resultado más preciso. Como podemos concluir, el THC es un cannabinoide que estimula el cerebro y otras partes del cuerpo. Más allá de algunas contraindicaciones, hoy se estima que sus efectos nocivos no son tan alarmantes como se ha pensado por mucho tiempo. Incluso ahora se ha comprobado su utilidad como medicina alternativa a pacientes que no encuentran cura con los tratamientos ordinarios.

Sin duda alguna, un cannabinoide que marcó un antes y después en la historia de la marihuana y el mundo.

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *